Existen muchas situaciones en el mundo globalizado en el que vivimos que pueden ser descritas a través de redes. En el caso específico de las redes de telecomunicaciones, éstas han crecido y diversificado de manera acelerada en los últimos años. La situación actual que atravesamos con esta pandemia ha dejado al descubierto que a través de las redes de telecomunicaciones somos capaces de efectuar muchas actividades a distancia y gracias a la tecnología la sociedad en general puede estar interconectados. Así que estudiar la confiabilidad de las redes de telecomunicaciones ahora más que nunca cobra una vital importancia y justifica la inversión de tiempo y recursos para adaptarnos a los nuevos tiempos.
En otro orden de ideas, es conocido que Chile junto con Japón son los países más sísmicos del mundo, por lo que resulta de gran interés estudiar la confiabilidad de la red de comunicación chilena ante un desastre natural de este tipo. Este tipo de eventos, suelen llamarse eventos raros, ya que, aunque su probabilidad de ocurrencia es baja, su impacto es bastante alto, generando significativas pérdidas económicas y en algunos casos pérdidas humanas. Evaluar escenarios de alto impacto económico y social se justifica aun cuando su probabilidad de ocurrencia sea muy baja. La razón radica en que si bien es cierto que la posibilidad de que el evento se de es mínima hay un alto impacto a nivel de costos de operación, de mantenimiento o de indemnización que justifican considerar estos escenarios. A este tipo de eventos se les conoce como eventos riesgosos y nos interesa considerar como alguno de estos eventos puede afectar la operatividad de las redes de telecomunicaciones. Los modelos que describen eventos raros son analizados utilizando simulación, ya que normalmente se disponen de muy pocos datos para su validación.
La confiabilidad de la red es la probabilidad de que el sistema siga funcionando ante una falla o alteración en alguno de sus componentes. Estudiar la confiabilidad de la red es un aspecto que debe ser considerado desde el mismo momento del diseño de esta, ya que normalmente no se cuentan con recursos ilimitados y se busca construir una red lo mayor eficientemente posible al menor costo. En la actual investigación establecemos un modelo de referencia mixto (pueden fallar tanto nodos como arcos) de dos etapas, en una primera etapa se simulan diversos desastres naturales (terremotos, tsunamis, huracanes entre otros) y en una segunda etapa a través de curvas de fragilidad se le asigna una probabilidad de funcionamiento a cada uno de los componentes de la red, también se utilizan diversas métricas de confiabilidad para determinar si la red está o no operativa. Por otro lado, se espera verificar si el modelo de fallas de Marshall-Olkin es capaz de capturar las fallas dependientes originadas por fallas geográficas correlacionadas. Esta investigación está en proceso y tiene previsto considerar las redes de telecomunicaciones de otros países vulnerables a los desastres antes mencionados.